spués de ese día agotador. La forma en que aquel misterio tomaba su pe

dos hijos. Adrian quería compartir el encuentro con esa mujer y necesitaba decirle eso a alguien de confianza y que

leikum. ¿

Estoy bien, gracia

ontestarías mi ll

arían dormir hasta ta

na, Adrian

r enterado de esto, buscándome

final de tu vida. Amigo, no sabes que

— Una mujer se cruzó en mi camino y desde entonces e

r. ¿Y quié

casas, ¡pero no sé su nombre! Si se niega a hablar, solo sé qu

Omar, podría localizar fácilme

lo que estoy haciendo será en secreto! Por eso te busqué... Como

emos encontrar en los archivos de imagen. ¡Sabemos

ukran

agradecerme, p

que buscara a uno de los empleados para hablar con él. Bajó las escaleras, miró hacia el sofá... pensó

a la presencia de aquella mujer y que esa instrucción fuera dada para todos los que estuvieran allí. Sus padres no sabrí

ct

ombre desconocido. Tomé un baño, el vestido que llevaba traía malos recuerdos... Dejé que el agua recorr

volver a vestir aquella pieza roja que dibujaba mi cuerpo, me quité el collar de oro y lo pu

el dinero de esa joya. No sé qué hacer y a dónde ir si salgo de es

á en el comedor y creo que

e sentaban a la mesa con muj

s costumbres antiguas, pero si

Yo

nque intentaba mantener mi compostura ante la elegancia de él, que hasta se levantó cordialmente al verme. La mesa estaba adornada con pane

él, al levantarse y tir

a hacerlo

me gusta levantarme tempra

sé cómo actuar y temo enojarlo c

samiento distante, su mente parecía vagar más que la mía y espero

.

desde niño... Esa mujer lo desconcertaba por completo, no sabía dónde mirar sin parecer invasivo. Victoria comenzó a

ría ser algo importante... Adrian también comió y esperó tranquilamente en la mesa

inado... creo que ya pu

dó en la silla y

leo si se lo digo

e lo que quiero saber y quiz

¡Necesito

bes hacer?

ileña puedo ayudar a hacer

¿Tienes pasaport

spuesta o me iré! — respondió ella, levan

e a mis pies pidiendo ayuda y ahora es

Victoria iba a salir de la casa, llevándose t

a bloqueándola, los dos se miraron

es tuyo. —

s tiempo para descubrir los detalles de aquel misterio. Solo Dagmar podía atender las llam

n galopaba con destreza por el campo de polo, su corcel elegante, respondiendo a sus órdenes precisas, que siempre había sido un caballero hábil desde niño.

ía ejecutar con perfección, acabó saliendo equivocado y eso lo enfureció. Su error permitió que un

casual, ya que el modelo rojo sexy lo desconcentraba totalmente. Llegó con algunas bolsas, caminó por la sala y la encontró en la cocina con Dagma