¡Yo, la curvy!

zabeth

ocarme el vestido que apenas hace una semana h

o! —pataleo de la impotencia.

piado para ir a esa entrevista y me temo que si no me visto decentemente perderé la úni

e mi prima desde la puerta me sobresalta. —Nuevamente, subiste, ¿No? Si s

ríticas nada amables, pero creo que en esta ocasión tiene algo de razón, aunque no del todo. Que no tenga sus medidas de 90, 60, 90 no significa que

pagando tu escuela VIP y tengas comida caliente que llevarte a la boca todos los días.

rar los botones de la espalda, ejerciend

—se defiende. —No haces más que reprochar todo el tiempo que eres la única que trabaj

ó cuando yo tenía apenas 3 meses, en realidad, a mí y a mi padre. Poco tiempo después mi padre falleció de una enfermedad muy avanzada y

eramente y que ha arriesgado todo por mí, me ha dado todo lo que podía darme y hasta más, pero la situ

un hombre millonario que la trataba como reina, pero de un día para otro solo apareció en la puerta c

y niñera en vez de dedicarme a mis estudios o a jugar en mis ratos libres, y más tarde, cuando ya cumplí la mayoría de edad, mi o

buela; no podría abandonarla cuando ella me cuidó en el m

do trabajo en el mercado a su edad —replico. —Pero no tienen ni la más mínima intención de ayudar. Si me

do, pero es algo que había sopesado desde hace mucho. Niega con una sonrisa

jarnos de estos parásitos. Bastante me esforcé para graduarme y recibir mi título de diseñadora como

o antes de mi salida. Busco mi paraguas y en compañía de mi abuela c

elo. —Ya me está cansando, traigo toda la ropa húmeda y ya me e

pero nada que aparece ese estúpido autobús. —Esta lluvia lo único que ha hecho es retra

menos un aguacero, así todo el mundo anda retrasado y nervioso —también se levanta y camina hacia mí. —No encontrarás una opor

ores, además debe estar muy cansado de su viaje —me froto la nariz de

lema, es tu novio, ¿no?

casi 5 años de los 7 que llevamos juntos y no hemos dado el pas

lo realmente importante ahora.

te mi discurso. Tengo claro todo lo que necesito demost

l gran y prestigioso edificio de 30 pisos de Edwards Design & Fashion, afino mi vestido, ac

me mira de manera indiferente para luego as

qué p

ira con el ceño fruncido, pero luego teclea algo en su computador

es, esto lo había esperado hace tanto tiempo q

te mi estómago se contrae aún más al ver a todas las candidatas que

ellas son hermosas y elegantes. No dudo de mi capacidad ni de lo que he aprendido, p

iene que ser tan